Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús.
17 Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!
La vida cristiana se puede expresar de esta manera: “Con gozo afirmo que soy una nueva creación en Cristo y que no hay más condenación por mis faltas – Y con humildad confieso que el pecado (mi rebeldía contra Dios) está todavía en mi corazón y necesito la gracia de Dios tanto como el primer día que creí por primera vez.” (Paul Tripp)
El cambio en el carácter del cristiano no proviene solamente de conocer los mandamientos de Dios, sino de experimentar una relación con Él por medio de Cristo. El conocer los mandamientos nos ayuda a entender la voluntad de Dios y nuestra incapacidad natural para hacer su voluntad, pero esa ley no tiene poder para cambiar nuestro corazón. Un cambio profundo en nuestra forma de vernos a nosotros mismos, a los demás y al mundo que nos rodea solo puede provenir de sabernos amados y perdonados por Dios, a través de la vida, muerte y resurrección de Cristo. ¿Cómo podemos amar si no nos sentimos amados? ¿Cómo podemos perdonar si no hemos sido perdonados? Nadie puede dar lo que no tiene, pero si alguno está en Cristo puede experimentar una nueva vida. La Invitación hoy, es a que nos acerquemos a Cristo y experimentemos el poder de su perdón, de su amor y de su libertad.