Con frecuencia pensamos que la adoración es algo que hacemos los domingos y que el trabajo es algo que hacemos los lunes, Sin embargo, esta división de ideas no refleja el diseño ni el deseo de Dios para nuestras vidas. Dios diseñó el trabajo con una dimensión vertical y una horizontal.
Trabajamos para la gloria de Dios y para promover el bien común. EI domingo decimos que vamos a adorar, y el lunes decimos que vamos a trabajar, pero nuestro lenguaje refleja lo confusa que es nuestra teología. En medio del ritmo agitado de nuestras vidas modernas, no nos percatamos de que Dios diseñó nuestro trabajo para que fuera un acto de adoración.
En una de mis vacaciones visité la asombrosa Catedral de San Pablo en Inglaterra, mientras caminaba y contemplaba esta obra arquitectónica, recordé el cuento de los tres albañiles que conversaban con un visitante. EI visitante le pregunta al primer albañil: "¿Qué haces?". Él responde: "Estoy cortando piedras". Luego le hace la pregunta al segundo albañil, y este le dice: "Ganándome la vida". Por último, le pregunta al tercer albañil: "¿Y tú que haces?", a lo que este albañil responde: "Yo estoy construyendo una catedral para Dios y para Su pueblo". iEs increíble cómo nuestra perspectiva acerca del trabajo cambia las cosas!
Tom Nelson, Trabajo y Redención, capítulo 1: Creados para trabajar.
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