En los últimos meses, los scooters eléctricos se han convertido en una alternativa popular para desplazarse por la congestionada Ciudad de México. Estos vehículos ligeros, capaces de alcanzar hasta 60 km/h y con un precio accesible (alrededor de 5,000 pesos), ofrecen una solución práctica ante la saturación del transporte público y las complicaciones del tráfico capitalino.
La mayoría proviene de China, que domina el mercado con el 98% de las importaciones totales, y empresas como Yadea incluso han abierto plantas locales para abastecer esta creciente demanda.
Ante el rápido aumento en el uso de estos vehículos, el Gobierno de la Ciudad de México y la Asociación Mexicana de Fabricantes e Importadores de Motocicletas (AMFIM) impulsaron recientemente reformas legales para definirlos oficialmente como “motocicletas eléctricas” y diferenciarlos claramente de otros transportes eléctricos. Esta iniciativa busca establecer un marco regulatorio que garantice una integración segura y ordenada de estos scooters en la movilidad urbana.
Oremos por la paz y la prosperidad de la Ciudad de México.